Hasta hace poco, lanzar una empresa era como comprar un boleto de lotería.
Si habías preparado uno de aquellos interminables planes de negocios, si habías hecho los deberes, y si al universo le daba por ser beneplácito, puede que tuvieses suerte y te devolviesen el dinero o que te tocase un pequeño premio.
¿Y el premio gordo?
No, el gordo estaba reservado para muy pocos.
En algún punto de esa secuencia de eventos, la mayoría estaba destinada a sufrir un revés fatal del que no iba a poder levantarse.
Es decir: las probabilidades estaban totalmente en contra del empresario/adesde el primer día.
De hecho, Shikhar Ghosh de la Escuela de Negocios Harvard demuestra que el 75% de todas las nuevas empresas que seguían y aún siguen este método, fracasan.
Pero, entonces surge una metodología que lo cambia todo.
Un proceso que reduce considerablemente el riesgo que implica lanzar un negocio.
Un método que favorece la experimentación por encima de la planificación complicada.
Un sistema ágil que intenta eliminar cualquier tipo de desperdicio desde el primer día.
Sí, te estoy hablando de la metodología “lean start-up”.
¿Qué es el método lean start-up”?
La propia palabra te lo dice todo.
Lean (“esbelto”), por un lado, te habla de una empresa delgadita pero fibrosa.
Ágil.
Sin sobrepesos.
Capaz de moverse y adaptarse al cambio rápidamente.
Por otro lado, tienes la frase “start-up”.
Y tú te preguntarás, pero ¿eso no es una manera “modernilla” de referirnos a una empresa de toda la vida?
No, la propia traducción de la frase nos lo dice: start-up = empezar.
El énfasis aquí está en el lanzamiento del proyecto.
En la etapa de arranque.
En esta fase inicial, la “lean start-up” hace uso de las tecnologías digitales para conseguir el crecimiento exponencial lo antes posible.
No el crecimiento: el crecimiento exponencial.
Ese, es precisamente, el modelo que han seguido los gigantes de la tecnología de hoy como Facebook, Google, Uber, Amazon, etc.
¿Y qué pasa al terminar la fase start-up?
Se convierte en una “scale-up”.
Pero, de eso hablamos más tarde.
¿De dónde surge el método Lean Start-up?
Pues unos te dicen que fue Steve Blank, uno de los grandes de Silicon Valley.
Otros que fue su discípulo Eric Ries con la publicación de su mega popular libro, “el Método lean start-up”.
Pero yo creo que el mundo le debe el concepto de lean start-up a Toyota.
Y a las teorías de Lean Manufacturing de esta empresa.
¡Porque hay que darle el crédito a quien se lo merece!
El Lean Manufacturing surge cuando Toyota desarrolla su sistema de producción Just In Time (Justo a Tiempo).
Esta nueva metodología tenía como metas:
- Eliminar la sobrecarga,
- Eliminar la inconsistencia,
- Eliminar el desperdicio,
- Dejar de fabricar productos o vender servicios inservibles que a nadie le interesan,
- Eliminar errores dejando de desarrollar productos defectuosos o servicios fallidos,
- Evitar la sobreproducción,
- Reducir inventario,
- Eliminar pasos sin valor añadido,
- Evitar el movimiento innecesario de las personas,
- Evitar el movimiento innecesario de cosas,
- Eliminar la espera.
¡Eso sí que es ser lean! ¿No crees?
Por eso insisto en que el Lean Start-up de hoy surge de la filosofía y de las herramientas diseñadas por Toyota para ahorrar dinero, reducir costos, eliminar desperdicios y aumentar la entrega de servicios satisfactorios a sus clientes, funcionando siempre de forma tranquila y competitiva.
¿Qué pasa?
Que Steve Blank, emprendedor y mentor de Silicon Valley, vio el potencial de este inteligente proceso y empezó a desarrollar una metodología paralela.
Por eso, se suele decir que Steve Blank es el pionero del Lean Start-up.
El método Lean Startup (libro de Eric Ries)
Aunque hay quien incluso se salta estos dos pasos iniciales y va directamente a la publicación de “El Método Lean Start-up” de Eric Ries, alumno y discípulo de Steve Blank.
Pero, lo que hace Ries en este Best Seller es dar forma a las ideas iniciales de Lean Manufacturing de Toyota y a las propuestas de Blank de Customer Development (enfocada en conocer muy bien al cliente y a su problema antes de lanzar un negocio al mercado), formulando una metodología que se centra sobre todo en el lanzamiento de nuevas empresas.
Como ingeniero de software, Ries había probado suerte creando diversas empresas con el método tradicional, y había fracasado rotundamente en todas ellas.
Fue por eso por lo que empezó a buscar otra metodología.
Una fórmula alternativa para lanzar un producto/servicio al mercado.
Un proceso “lean”.
Su metodología Lean Startup se ha convertido ahora en todo un movimiento.
Un movimiento poderoso, pero no aun convencional.
Todavía nos falta entender sus beneficios y el impacto que puede tener en el desarrollo de nuestras empresas.
¿En qué consiste el Método Lean Start-up?
El método Lean tiene cinco principios fundamentales:
1/ Hipótesis
En lugar de perder tiempo en meses de planificación e investigación, el empresario o empresaria “lean” acepta que todo lo que tiene el primer día no es más que una serie de hipótesis no demostradas.
Básicamente, son suposiciones. Más o menos acertadas, pero suposiciones.
Por eso, en lugar de escribir un intrincado plan de negocios, la persona que inicia un negocio resume su hipótesis en un marco llamado “Modelo de Negocio Canvas”, del cual ya te hablé en este artículo.
Te recuerdo que, el “Modelo de negocio Canvas” no es más que un simple esquema que a primera vista permite observar los elementos de un negocio, y la forma cómo se creará valor y se será competitivo.
Es decir, este “lienzo” visual ofrece una visión integral de la “hipótesis” del negocio que se propone.
2/ Desarrollo de clientes
La empresa “lean” aplica un enfoque práctico y realista que obliga al empresario/a a salir de sus oficinas para demostrar su hipótesis.
En lugar de quedarse en su despacho creando el producto que él o ella asume que puede triunfar en el mercado, sale y solicita comentarios a usuarios potenciales, compradores y socios sobre todos los elementos del modelo de negocio propuesto.
Les pregunta acerca de las características del producto, de los precios, los canales de distribución y las estrategias de adquisición de clientes.
En todo momento se hace hincapié en la agilidad y la velocidad del proceso.
Vamos, ¡que no se va a pasar la tarde fuera de la oficina!
Se va a demostrar una teoría lo antes posible para poder ensamblar rápidamente productos mínimos viables y obtener inmediatamente evaluaciones de los clientes.
Y una vez tienen las aportaciones de los clientes, revisa su hipótesis, y comienza un nuevo ciclo, rediseñando y haciendo pequeños ajustes (iteraciones) en el producto, o cambios importantes (pivotes) a las ideas que no están funcionando.
3/ Escuchar a los clientes
La empresa lean practica un método conocido como el “desarrollo ágil”, originario de la industria del software.
El desarrollo ágil siempre trabaja mano a mano con el cliente.
Aquí no se presupone nada.
Aquí los ciclos de desarrollo siguen al cliente, no al revés.
La empresa lean escucha constantemente los problemas de los clientes y las necesidades que tienen del producto.
¿Qué es el Producto Mínimo Viable de de la metodología “lean start-up”?
Estoy seguro de que de una manera u otra, hoy tú utilizas Dropbox.
La mayoría de nosotros lo utilizamos, en PC o en nuestros móviles.
Pues cuando a Drew Houston se le ocurrió la idea de este comodísimo software que te permite guardar documentos en la nube y compartirlos, no había manera de convencer a los inversores.
¿Qué hizo?
Grabó este vídeo:
https://youtu.be/w4eTR7tci6A
Un vídeo sencillito en el que demostraba cómo arrastrar archivos a la carpeta de Dropbox.
¡En un solo día, ese vídeo obtuvo 75.000 visitas!
Ese vídeo es un ejemplo de lo que la metodología Start-up conoce como MVP (Minimum Viable Product).
Una MVP no es más que un experimento que nos permite extrapolar información importante sobre el producto o servicio que queremos lanzar.
¿Qué formato tiene el MVP de la lean start-up?
No importa.
El formato es lo de menos.
Lo importante es el objetivo.
¿Se quiere demostrar que existe demanda para un producto?
Se pueden hacer cuestionarios por email, en las redes, en la calle, etc…
¿Se quiere testear una idea de negocio?
- Se puede crear una versión beta o un prototipo e identificar a los “early adopters” y hacerles probar el prototipo del producto/servicio antes de lanzarlo al mercado.
- Se puede publicar un vídeo explicativo como el de Houston y ver la reacción del público potencial.
- Se puede también crear una campaña en una plataforma de crowdfunding para ver el interés de la gente.
- Se puede publicar una página landing detallando las características del producto con un formulario para que los usuario/as interesados se inscriban.
El objetivo aquí es obtener información válida sobre la propuesta de la start-up.
No queremos generar un producto que ya sea rentable.
¿Y durante cuánto tiempo hay que experimentar con el Producto Mínimo Viable?
Tantas veces como sean necesarias.
Se prueba una vez.
Se implementan los cambios propuestos por el usuario/a.
Se prueba de nuevo.
Y así sucesivamente hasta conseguir el producto final que verdaderamente cubre las necesidades del mercado.
Es importante identificar las KPI (Key Performance Indicators o Indicadores del Rendimiento de un Producto), y medirlas en cada ciclo para saber si se cumplen los objetivos y se perfecciona el producto.
¿Y si el MVP no cumple los objetivos de la lean start-up?
Entonces se “pivota”.
¿Qué significa pivotar?
No, eso no quiere decir que se hunda el barco.
¡Al contrario!
La agilidad del método Lean Start-up nos permite modificar aspectos importantes del negocio y probar de nuevo.
O bien identificando y abordando otra necesidad de los consumidores/as…
O bien cambiando el modelo de negocio…
O bien cambiando la propuesta de valor…
O el método de entrega…
O la fuente de ingresos, etc…
Pivotar en el vocabulario lean start-up simplemente significa ser inteligente.
Reconocer a tiempo que ese negocio no tiene el futuro que se esperaba…
Pero, que otra versión de ese mismo negocio, tiene muchísimo más potencial de éxito.
¿Qué pasa si te empeñas en seguir con un proyecto que no tiene futuro?
¿Qué pasa si insistes en lanzar una idea simplemente porque piensas que “esto tiene que funcionar sí o sí”?
Que el cliente no va a estar dispuesto a pagar.
Y si el cliente no paga, no hay ni negocio ni start-up ni nada.
¡Así de ágil es la metodología Lean!
Y ¿qué pasa si funciona?
Si funciona ¡tienes un futuro brillante y el siguiente paso garantizado: la scale-up!
El siguiente paso de la lean start-up: “la scale-up”
Aquí la hipótesis ha quedado demostrada.
Se ha superado el proceso “start” (inicio).
Han pasado al menos tres años.
Aquí hay un cierto rodaje.
Se ha logrado un mínimo de un millón de dólares.
Aquí ya se genera una tasa de crecimiento de empleo importante.
Ahora lo que se busca es la escalabilidad del modelo de negocio.
Es decir, la scale-up es una compañía con un modelo de negocio probado con miras a la internacionalización, a la expansión o a la contratación de nuevos profesionales.
Una empresa capaz de perdurar en el tiempo a pesar de las complicaciones que se hayan podido presentar.
Una empresa capaz de generar empleo a largo plazo con oportunidades de crecimiento para sus empleados.
Una empresa como los grandes de la tecnología que todos admiramos: Airbnbs, Facebook, Google, Amazon…
Ese es el modelo lean start-up.
Y ese es el modelo que nos interesa imponer.
Porque si todos adoptásemos la metodología lean start-up reduciríamos ineficacias.
Evitaríamos muchos dolores de cabeza.
Garantizaríamos el crecimiento de muchas de nuestras empresas, e incluso yo creo que tendría un impacto directo e inmediato en la economía global de nuestro país.
¿Cómo te puedo ayudar yo?
Mi contribución a tu lean start-up empieza con un elemento clave: el nombre de la empresa.
¿Que eres de los que creen que el nombre de tu negocio no va a marcar ninguna diferencia al resultado final?
¡Pues te invito a que lo pongas a prueba!
Te invito a que sigas la metodología start-up y testees los nombres que tienes en mente.
¡Verás las muy distintas reacciones que provocan tus candidatos!
Que no te quepa ninguna duda: el camino hacia el éxito de una start-up empieza por un nombre de empresa inteligente y magnético.
¿Quieres dar tu primer paso?
¡Te espero en Pronombres!